Ayer domingo, 3 de octubre, con motivo del cuarto aniversario del Centro de Día de Salud Mental Ranquines, de Cáritas Diocesana de Salamanca, tuvo lugar la presentación de la memoria de este año en un acto institucional

que contó con la presencia de representantes de las  entidades de iglesia que mantienen el proyecto:  Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús,  Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, Hijas de la Caridad, Parroquia El Milagro de San José, Religiosas de los Sagrados Corazones, las Hijas de Jesús (Jesuitinas) y Cáritas diocesana de Salamanca, coordinadora de este recurso diocesano. Por otro lado, también han asistido D. Francisco Miguel García Rodríguez y Dña. Silvia González, concejales del Ayto. de Santa Marta de Tormes; Dña. Ana Suarez Otero, primera teniente de alcalde y concejala de Familia, igualdad de oportunidades del Ayuntamiento de Salamanca; el Dr. Juan José García Meilán, Decano de la Facultad de Psicología de la USAL; y un  grupo de participantes y voluntarios del Centro.

Expuso, el coordinador Francisco Berbegal, los datos, y desafíos de este último año. Han solicitado nuestra atención 75 personas en este año (67 la solicitaron el primero y 69 el segundo y tercer años); lo que supone un incremento de más del 8%. Si contamos los cuatro años, el total de participantes asciende a 169 personas. El Centro de día cubre cada mes sus 40 plazas, con una lista de espera que este año no ha sido pequeña. La “ola de la salud mental” ya ha llegado a nosotros. El mes de marzo atendimos a 49 personas.

Lo más significativo de este año ha sido el aumento de la participación y el protagonismo de las personas que vienen a Ranquines, que se ha concretado en dos logros:

  • El Grupo de Ayuda Mutua (GAM): varias de las personas que participaban en nuestro Centro por largo tiempo, y han realizado su proceso de recuperación, se han constituido en un GAM. Se reúnen semanalmente, con el objetivo de aprender colectivamente y brindarse apoyo de manera recíproca, al mismo tiempo que poder ser facilitadores de la incorporación de los nuevos participantes.
  • Los pisos de inserción: Como el Proyecto Ranquines todavía no está en disposición de avanzar en sus fases, la de creación de una mini-residencia y la de pisos supervisados, hemos organizado a nuestros participantes para que alquilen un piso entre varios de ellos, ofreciéndoles nuestro asesoramiento, acompañamiento e intermediación. Son viviendas normalizadas en la comunidad, en las que las personas viven con autonomía e independencia.